¿Qué es filosofía? ¿Qué es filosofar? Textos sacados del libro <<Filosofía>>

“Filosofía” significa tantas cosas que prácticamente nadie sabe lo que significa. Nos hablan de la “filosofía” que uno ha de tener para con los vecinos, jefes, policías y hampones; se escribe y se lee sobre la “filosofía” de tal o cual partido, agrupación gremial o gobierno; se asegura que las grandes empresas difieren en cuanto a su “filosofía”; se habla de buenas, malas o pésimas “filosofías”; le consuela a uno diciendo: “tómelo con filosofía”. Un artista guasón puso a uno de sus cuadros el título: “mi filosofía”… El elemento común de esas “filosofías” consiste en que son normas de proceder sin validez universal, cuyo seguimiento implica alguna dosis de incertidumbre y riesgo.

Ahora bien: la filosofía auténtica suele diferenciarse profundamente de las “filosofías” que se llaman abusivamente así. La filosofía genuina se plantea exclusivamente los problemas del hombre, en cuanto hombre. Filosofar, en sentido recto, es el pensar de lo humano sobre lo humano.

¿Qué es filosofar en verdad?

¿Qué es filosofar? Una respuesta vaga y convencional sería: la filosofía es posición razonadamente tomada ante la totalidad de lo real… ¿Qué es lo real? Es nuestro mundo de cosas: lo que está ahí físicamente; lo que nos duele o place; lo que pensamos, nos imaginamos, fantaseamos, recordamos o soñamos; lo que haya nacido con cada quien y lo que hayamos aprendido. Lo real, en todo caso, es realidad humana; no conocemos otra. Los esfuerzos del hombre individual e histórico por hacer suya una realidad que no sea humana: la de Dios o la de su perro, por ejemplo, han fracasado… Lo real está inseparablemente vinculado al lenguaje. Todo ente, toda cosa recibe su impronta humana por la palabra.

filosofiaLa filosofía no pregunta por lo que acaece en el mundo, sino por el ser de ese acaecer. Hay dudas y deseos de saber que acosan al hombre y cuya proyección va más allá de las fronteras de la ciencia y experiencia… ¿Por qué hay ser más bien que nada? ¿Quién soy yo mismo y cuál es mi puesto y mi destino en el mundo? En fin, filosofar es reflexionar sobre la totalidad de lo real. No sobre un total integrado por sumando, sino sobre lo real en cuanto es una totalidad ontológica, un total cuya forma es ser.

Philosophare necesse est, vivere non

Filosofía equivale a posición racional: razonada y razonable. Su fundamento es el pensar de una razón personal, atenida a la luz del entendimiento. Es pensar explicable y defendible ante un tribunal de la lógica y de los principios científicos; no sólo debe estar exento de contradicciones conceptuales; también es menester que se funde en evidencias objetivas, en datos ciertos. En todo caso, es un pensar de índole intelectual. Es deseo de saber, de explorar las fronteras de lo cognoscible.

La filosofía es toma de posición racional ante la totalidad de lo real. Esto implica: interpretación humana de lo humano; imagen conceptual que el hombre elabora de sí mismo, de su coexistencia con otros y de su mundo personal de cosas, en atención a la ultimidad de su ser y de su deber-ser.

Etimológicamente, “filosofía” viene de dos voces griegas “philos” (amigo, amante) y “sophia” (sabiduría). El filósofo rehúsa calificarse de “sóphos” (sabio); es un amante del saber; un aprendiz permanente de la filosofía… Para el filósofo, saber es un fin en sí. Se busca el saber por la inmensa satisfacción que hay en saber. Tanto el científico “de raza” como el filósofo verdadero investigan, aprender y reflexionan porque necesitan saber. Cuando me entrego a la filosofía: al saber por saber, estoy en lo mío: en lo existencialmente mío y en lo universalmente humano.

“Todos los hombres tienen el deseo natural de conocer.” Aristóteles.

 

Filosofia-Ignacio-Burk

La sociedad nos ha educado y socializado, esto es: nos ha “internalizado” esquemas emocionales muy operantes y un sinfín de prejuicios que bloquean el camino de la sabiduría… La primera virtud del sabio es saber desenmascarar a los “ídolos de la caverna”…

No hay una filosofía “standard”. Los sabios corrigen sin temor ni vacilación sus errores y puntos de vista equivocados… El filósofo jamás dirá “de esta agua no beberé”.

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