Ser Intensa

Me han juzgado de una intensidad irreconciliable con el mundo, por vivir llevando la sensibilidad al punto más oscuro, o más claro de la vida. Reencontrarse, dejarse llevar hasta las últimas consecuencias, sentir hasta la plenitud, amar con todo el ser, sufrir con una tristeza que te permite despertar en un mundo de dormidos.

Nadie quiere reconciliarse con ese yo, que trae dolor.

Amar, sentir, sufrir, dejar de amar, caer al abismo más profundo; levantarse, volver a caer…

Todos son encuentros con un interior que se torna siempre nuevo, tan finito e infinito. No podría llamarse vida a la exterioridad. Al contrario, la vida fluye, se manifiesta en un constante del querer expresarse; la imposibilidad de lograrlo, he ahí el dilema que nos consume, también nos reta.

¿Qué es ser uno mismo?… No podría vivir sin ser intensa. La inquietud desbordada del encuentro con la verdad interior, esa verdad que te mata, que te hace amar y odiar la vida al unísono, con esa exasperación de ansiar encontrar, y nunca encontrar, de creer, de decepcionarte de un imperfecto e injusto modo de existencia, que da felicidad y agonía. Incluso en la misma época, por la misma razón.

 

Soy de la chicas que…Llevan todo hasta las últimas consecuencias.

Ahora lo veo con más claridad en la proximidad y lejanía del pasado. ¿Por qué no escribí en esos momentos, esas críticas etapas que no volverán? 

En la plenitud o el precipicio no hay tiempo de escribir.

Cuando determino la influencia del pasado, de la infancia de los que somos ahora. Somos el resultado de los errores de toda crianza, digo de toda porque el hombre en su imperfección se olvida del principio básico para alcanzar la entelequia. Ese principio no es más que la aceptación de nuestra vulnerabilidad como seres humanos, nos preguntamos, pero los prejuicios aniquilan nuestra curiosidad.

¿Cómo aceptar la paradoja de la vida? ¿Cómo llenar ese vacío que nunca estará saciado?

El conocimiento no es el problema, es una razón de existir. En la inmensidad, lo infinito, lo interminable, incluso la muerte puede ser la mayor motivación para la vida, el único conocimiento palpable.

¿Es por miedo, que la reproducción se ha vuelto una salida para llenar el vacío? Queremos trascender, resaltar, no nos conformamos.

 

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